Mirad, cómo lo amaba.
Por todos murió,
Nadie tiene un amor mayor que éste: que uno dé su vida por sus amigos.
Vive perpetuamente para interceder por ellos.
Voy a preparar un lugar para vosotros.
Vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, allí estéis también vosotros.
Padre, quiero que los que me has dado, estén también conmigo donde yo estoy.
Nosotros amamos, porque El nos amó primero.
Pues el amor de Cristo nos apremia, habiendo llegado a esta conclusión: que uno murió por todos, por consiguiente, todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Jn. 11:36 II Co. 5:15 Jn. 15:13 He. 7:25 Jn.14:2; 14:3; 17:24; 13:1 I Jn. 4:19 II Co. 5:14,15 Jn. 15:10
No hay comentarios:
Publicar un comentario
La palabra de Dios alimenta nuestro espíritu.